Cúrcuma y Alzheimer
Hemos de tener en cuenta que nuestro cerebro está formado por un 73% de agua aproximadamente; creo que el mayor culpable de la demencia senil es la deshidratación. Sin el agua suficiente nuestro cerebro se deteriora y si la deshidratación es grande la pérdida de agudeza mental se puede acusar en pocos meses. En ocasiones la gente mayor decide tomar poco agua, o muy poco, para no tener que orinar tan a menudo, pero así causan un gran mal a su cerebro.
Dicho esto, paso a hablar sobre el Alzheimer, una de sus causas principales, los virus, y un aliado natural para prevenirlo, la cúrcuma.
La cúrcuma se parece al jenjibre porque es de la familia de este, aunque esta no pica; tiene un tinte natural amarillo difícil de quitar.
Para mí su principal virtud es la de ser un buen antiinflamatorio natural. Pero además es antioxidante, antibacteriana, antifúngica y capaz de proteger las células del hígado.
Por su condición de buen antiinflamatorio natural puede ser un gran aliado contra el Alzheimer.
El virus del Herpes Simplex puede ocasionarnos en el cerebro cierta inflamación constante, pues este virus acompaña a muchas personas, llegando a afectar a la larga a su cerebro. También es causa de inflamacón que afecta a muchos órganos incluyendo el cerebro una alimentación inadecuada, demasiado ácida; esto se combate con una dieta alcalina en la que las verduras pasen a ser uno de los principales alimentos del día, junto con las frutas.
Es bien conocido que este virus y el Alzheimer están relacionados, pues los estudios que lo demuestran se hicieron en muchas universidades.
Si este virus se expande por nuestro cerebro por hallarnos en un momento bajo de defensas, en pocos meses la pérdida de capacidad de recordar y de habilidades mentales que podemos sufrir puede ser muy notoria.
También es conocido que personas que se hallaban un poco afectadas por el mal de Alzheimer, mejoraban al comenzar a tomar medicamentos antiinflamatorios por reumas u otros motivos; de hecho en pacientes que comenzaron a tomar ibuprofeno u otros antiinflamatorios de continuo, no solo no progresó el Alzheimer, sino que estos pacientes mejoraron.
El antiinflamatorio es esencial para combatir la inflamación que favorece la aparición del Alzheimer y una elección natural y sin efectos secundarios puede ser la cúrcuma; en la India, donde se toma cúrcuma en las comidas con frecuencia, bien directamente o como salsa curry, apenas existe el Alzheimer, y esto es un hecho que se hizo notar hace ya muchos años.
También puede ser de gran ayuda como antiinflamatorio la canela; tomar dos cucharaditas de canela cada día puede combatir todo tipo de inflamación en el cuerpo.
Un primer paso para prevenir esta enfermedad, e incluso para mejorar de ella cuando aun no ha avanzado mucho, pudiera ser el tomar Plata Coloidal durante varios días al menos una vez al año para atacar a los virus; un segundo paso sería hacernos quelación de aluminio también una vez al año al menos y el tercer paso sería tomar con frecuencia cúrcuma. También pudieran ser de mucha utilidad los tratamientos con ozono para deshacerse de los virus, pues este es buen virucida, además de buen bactericida.
Al margen del tema del Alzheimer la cúrcuma también nos puede ayudar a bajar la inflamación en cualquier parte del cuerpo y a sobrellevar los problemas de reuma, artritis y artrosis que puedan haber aparecido con la edad avanzada.
La Plata Coloidadal pudiera servir también para deshacerse de los virus relacionados con las artritis (son los causantes de ella)
El Libertario
LA LUCIDEZ TERMINAL
Uno de los misterios que nos apasiona a los científicos que nos dedicamos a estudiar los fenómenos relacionados con la muerte y que más estimula nuestra imaginación es el de los pacientes que llevan años completamente incoherentes por sufrir la enfermedad de Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia, pero que, momentos antes de morir, parecen recuperar completamente su consciencia, así como la coherencia de sus sentidos.
El filósofo Paul Edwards escribió en 1995 su ya conocido “Argumento del Alzheimer contra el alma”. Utilizó el ejemplo de la “Señora D”, una dama conocida por su amabilidad y generosidad que sufrió un cambio drástico después de serle diagnosticada la enfermedad de Alzheimer: <>. Ya no fue capaz de recordar a sus propios hijos y a medida que avanzaba la enfermedad se convirtió en una persona extremadamente agresiva. Aquella persona que se dedicaba a ayudar a los demás comenzó a agredir a otros pacientes mayores.
Edwards argüía, más o menos exitosamente, que la mente u consciencia no son capaces de existir de forma separada respecto al cerebro de manera que cuando el cerebro sufre un daño la persona también lo sufre en su mente. En otras palabras, cuando la Señora D comenzó a sufrir dicho problema neurológico, también desapareció su personalidad, lo que parecía probar que el cerebro era el artífice de la mente.
Sin embargo, el profesor Alexander Batthyany, de la rama de ciencias cognitivas de la Universidad de Viena, está en desacuerdo con el argumento anterior.
Battyany mandó cuestionarios a 800 cuidadores, de los que tan solo 32 respondieron. Estos 32 cuidadores se habían hecho cargo de 227 pacientes que sufrían Alzheimer o algún tipo de demencia. Aproximadamente un 10 por ciento de ellos habían mostrado una vuelta, en algún momento dado, de la enfermedad a la lucidez; no se puede negar que la mayor parte de los pacientes con demencia mueren con el desvarío todavía a cuestas, pero sin embargo los episodios de lucidez mental son muy llamativos.
Este tipo de casos es más abundante de lo que se piensa, y lo sé tanto por mi actividad médica como por relatos de otros médicos y pacientes.
Realmente no conocemos por qué ocurre este tipo de fenómenos y cómo es posible que algunos pacientes que se encuentran literalmente sumidos en las sombras neurológicas se recuperen súbitamente, hasta el punto de mantener conversaciones como si nada hubiese sucedido. También llama la atención que este tipo de recuperaciones se produzca durante un tiempo relativamente breve, entre treinta minutos y dos horas, por lo que es de suma facilidad que no haya testigos*.
EL LÍMITE - Dr. José Miguel Gaona
*y suele suceder poco antes de que estos pacientes dejen su cuerpo de forma definitiva
Sobre Alzheimer y lucidez terminal
Lo que somos y lo que sabemos, no solo de esta vida, sino de todas nuestras vidas, está con nosotros siempre; con nosotros están unos vehículos que también nos pertenecen pero que se manifiestan en otras dimensiones que están aquí y ahora. Por eso cuando alguien nos lleva a estados de hipnosis de regresión se pueden recordar detalles de multitud de vidas.
Con el Alzheimer el cerebro no es capaz de hacer su función, la de interaccionar con nuestro mundo, pero lo que realmente somos sí sabe y se da cuenta de cada situación; lo que realmente somos no es de este mundo. De alguna forma, poco antes de dejar el cuerpo, el cerebro es capaz de servir de transductor por un rato.
Creo que el cerebro realmente es algo que necesitamos para interpretar nuestra realidad y para que obtengamos la sensación de linealidad en nuestro espacio tiempo, pues ninguno de ellos son lineales realmente. En verdad el cerebro físico se necesita para poca cosa, por muy extraño que parezca. Algunas personas con hidrocefalia, sin apenas neocortex fueron gentes que hicieron carreras sin que un neocortex de apenas 1 mm de grosor (lo normal suele ser unos 25 mm) pareciera afectar. Incluso existen casos de gente sin apenas cerebro rayando la genialidad en cuanto a coeficiente intelectual. Si queréis leer sobre esto os dejo un enlace
https://elmundo.es/cronica/2017/05/06/5905ef96e2704ea8198b4613.html