Ignorancia y droga
La droga sirve para debilitar a los individuos más conscientes y que más demandan conocimiento. Las joyas del imperio construido alrededor de este tráfico y que hoy se mantiene con el nombre de Commonwealth, siempre han estado vinculadas, en muchos casos, a la droga: Oriente Medio y Asia Meridional, en particular India, Pakistán, Afganistán, y por supuesto Hong Kong, donde se mueven los hilos. Suiza, que es una creación del Banco Rothschild inglés, y la City de Londres han obtenido y obtienen su prosperidad de los diversos tráficos y del blanqueo de dinero. Son ellos los que han instalado los paraísos fiscales en las antiguas colonias británicas (Malta, Jersey, Gibraltar, El Caribe, etc.). ¿Nadie se pregunta por qué Estados de máxima importancia mantienen paraísos fiscales? ¿Para quién? ¿Para qué? ¿Acaso no está interesado cualquier estado en que todo el mundo pague impuestos?
Las cofradías secretas inglesas instauraron los Estados Unidos de América, cuya fuente de ingresos fundamental es también el petróleo (Rockefeller, Bush) y la química. En Francia son sobre todo los laboratorios farmacológicos. En todos los casos se trata de productos químicos, que permiten influir en la alimentación y la salud a través de los productos “fitosanitarios” (agricultura química) y los aditivos, o de las vacunas y medicamentos, cuya finalidad es conocida.
Como dice David Icke, quienes utilizan estupefacientes o incluso drogas blandas deben saber que al hacerlo, lejos de actuar como contestatarios del sistema, se convierten en su principal sostén. Sin su consumo, una parte importante del sistema se hundiría. Con las drogas blandas se consigue que los jóvenes ya no contesten nada, que dejen de tener energía. Quedan “yinizados” al máximo del mismo modo que con el alcohol, el tabaco, etc., que acaban con los cuerpos energéticos e impiden por tanto ofrecer resistencia a la manipulación. Es sabido que el tabaco, por ejemplo, permite abrir de par en par nuestras puertas energéticas a la posesión.
Primera acción inmediata, recentrar, yanguizar. Acto seguido, volverse hacia el Conocimiento, y todos los que han tocado esos abrelatas cósmicos siguen siendo apasionados de la Metafísica. Hay que ayudarles atestiguando que el Conocimiento ha cambiado nuestra vida.
El tráfico y el consumo de drogas se debe en gran parte a cinco factores:
-la falta de fraternidad: la fraternidad es el único medio de vivir plenamente su libertad sin que ello comporte demasiadas desigualdades. En ausencia de esta conciencia de fraternidad, las clases dominantes occidentales han hecho gala de su poder y su riqueza despreciando a la mayoría del mundo que vive en la opresión y a veces en la miseria. El resultado es que una parte de los traficantes, y sobre todo los pueblos productores, aprovechan este medio que está a su disposición gracias a las mafias que hacen el trabajo sucio de los gobiernos para saborear el sentimiento de venganza frente al mundo occidental que lo mata de hambre. Si nuestra civilización fuera menos arrogante e imperialista, no suscitaría tanto odio.
-la imposibilidad de comunicarse entre los individuos y entre las generaciones, sabiamente mantenida por las reformas de la educación y de la escuela, así como por los programas de televisión.
-a la intuición de que el planeta no tiene futuro porque la economía occidental le imprime un ritmo de evolución y un sentido incompatibles con la plenitud del desarrollo humano y la salvaguardia de la naturaleza.
-a la creciente injusticia y la acentuación de las desigualdades a causa del liberalismo salvaje que explota cada vez más a la masa de la población en beneficio de unas cuantas familias y grupos monopolistas, sin dejar sitio para los que no lo tienen todo desde el principio.
-al desfase existente entre las aspiraciones espirituales naturales del ser humano y la sociedad hipermaterialista que obliga a reprimir dichas aspiraciones. Tanto la ciencia materialista como las religiones y las seudofilosofías modernas están en contradicción flagrante con la realidad espiritual del Ser. Ponerla de manifiesto es el remedio.
La Conjura de los Reptilianos – Frank Hatem